¡Yo “tuiteo”! y tu ¿me “tuiteas”?
¡Saludos y gusto en verte por aquí nuevamente!
Llevo solo 6 meses utilizando Twitter y he descubierto varias cosas. Twitter ha resultado para mí una herramienta excelente de colaboración y camaradería. Lo recomiendo sobretodo para los microempresarios y PYMES. De hecho, hasta nuevos negocios he podido obtener gracias a este revolucionario medio de comunicación. El 80% de mi tiempo lo utilizo como herramienta de negocios y el resto para gustos personales como compartir anécdotas y hasta chistes.
Me enorgullece contar con colegas, amigos y empresarios de España, Estados Unidos, Argentina, Chile, Venezuela, Méjico, otros países hermanos y por supuesto de mi Puerto Rico. En este poco tiempo he podido nutrirme de la información valiosa de otros empresarios quienes ofrecen lo mejor de sí para colaborar, compartir y crecer profesionalmente. Entiendo que de eso se trata.
Si encuentro algún blog, artículo o comentario interesante, me gusta vitorearlo y compartirlo con mis seguidores. A su vez, me encanta cuando mis seguidores e inclusive personas que no conozco, le dan el famoso RT a mis comentarios. (“RT” o Retweet” – término en Inglés que significa repetir el comentario de otro usuario).
No obstante, me he percatado que algunos empresarios jamás, ni por equivocación le dan RT a los comentarios no tan solo míos, sino los de otras personas. Me refiero específicamente a comentarios de índole empresarial, por ejemplo, si usted ofrece seminarios y los anuncia o escribe artículos para blogs u otro medio e incluye el enlace.
Peor aún, algunos usuarios viven en un monólogo constante. Parece que les gusta escucharse o leerse a ellos mismos. Lo cual me parece ignorante de su parte.
Las razones que considero para este comportamiento son:
1- No entienden cómo utilizar Twitter – esto es un medio social. Sí, SOCIAL. Por lo tanto, no es para ermitaños. Esta plataforma es para comunicarse, entiéndase emisor, receptor y tiene que existir una retroalimentación.
2- Miedo a la competencia – es como reconocer que otra persona tiene más conocimiento que el “tuitero” en cuestión. Lo que me parece más ignorante todavía. Todos tenemos que aportar y aprender de los demás.
3- Amor a su Ego – el “tuitero” piensa en sí mismo todo el tiempo. Lo que opinen los demás o sus aportaciones, les importa poco, pues ellos son los protagonistas de sus hsitorias o películas.
Considero que estas actitudes en nada benefician al egoísta o ermitaño. Al contrario, se arriesga a perder su imagen de empresario serio, la lealtad de sus seguidores, confianza en la marca de su empresa y hasta la oportunidad de hacer negocios, entre otras razones.
Yo por mi parte seguiré compartiendo, aprendiendo y comunicando mensajes o temas de interés para todos.
¿Qué opinas?
En espera de tus comentarios,
Jeanessa García